miércoles, 19 de agosto de 2009

Los preparativos para largar

Esto de irse a vivir a otro país es más difícil de lo que uno puede imaginar. Y es que no es lo mismo cambiarse a una ciudad que se encuentra a 700 kilómetros de distancia, donde se habla el mismo idioma, aunque ellos piensan que son otro país. Pobres. Ahora toca mudarse a Shanghai y así que digan, que bruto está aquí en la esquina pues no, no está.

El simple hecho de tener que volar primero 5 horas a Nueva York, tener que dormir ahi y luego 14 horas más hasta aquellos lares es para estresarse. Pero la realidad es que eso pasa a segundo plano con todos los trámites habidos y por haber.
Lo primero que hubo que hacer fue inscribirse en la escuela y pagar de manera religiosa determinada cantidad en 5 pagos. Ya que hiciste los mentados pagos, te llega tu carta de aceptación y con ella, puedes tramitar tu visa. Ir a la embajada china es toda una travesía porque está hasta el otro lado de la ciudad, una cosa de locos, pero lo bueno es que ya está, el méndigo papel que me deja entrar a aquel país ya está impreso en mi pasaporte.

Después el siguiente paso es organizar despedidas y demás, aunque tengo que reconocer que yo no me he encargado de eso. Mientras yo me postro a ver Sortilegio o Hasta que el dinero nos separe, mi madre se dedica a localizar a la gente para que acudan a estos, mis nobles aposentos.

El siguiente paso, es el más difícil: hacer las maletas. Dispongo de 84 kilos de equipaje y uno diría que es un titipuchal pero ni tanto porque ese peso tiene que estar distribuido en 3 maletas, las cuales pesan alrededor de 20 kilos. A eso súmenle que hay que llevar ropa para el calor y la harta frío y si sacamos las cuentas, 3 sweaters pesan casi 2 kilos, pues de que se tratá? Y la comida es otro show porque obviamente quiero llevarme algunas viandas mexicanas, no me imagino sin chile (literalmente) durante medio año, sería un suplicio para mi. Entonces ya no tengo espacio!

Y esas son las complicaciones de este lado del mundo porque ahora faltan las de allá, empezando por buscar mi 5ta casa en los últimos dos años. Qué es eso?????

jueves, 13 de agosto de 2009

EL día que a Sabah se le quitó el miedo

México ganó y lo hizo bien, mejor de lo que la mayoría esperaba, aun con el gol tempranero que decepcionó a más de uno adentro del Estadio Azteca. Cuando parecía que la historia reciente se repetía y que el Tri sumaría un nuevo fracaso, Israel Castro hizo vibrar a millones de mexicanos con un gol espectacular que hizo lucir al portero de Estados Unidos como un novato estirándose al máximo para alcanzar la pelota sin poder cumplir su cometido.

Los minutos que siguieron al empate de nuestra selección fueron de pocas emociones y en la tribuna, por raro que parezca, fueron minutos que parecieron horas, aun cuando el tiempo apremiaba a los nuestros. Con el empate, las dudas comenzaron a disiparse y parecía cuestión de tiempo para que México pudiese dar la estocada final. Sin embargo, los segundos fueron transcurriendo y el tan ansiado segundo gol no llegaba. La segunda parte del partido, mostró a un equipo ávido por encontrar la red y al enemigo que estaba más pendiente del reloj que cualquier otra cosa.

La desesperación vino en el segundo lapso, la selección no encontraba la llave que le diera el esperado gol y la tribuna sentía que el pasado nos había vuelto a alcanzar. Pero no fue así. De entre las cenizas apareció Miguel Sabah y le devolvió a México la sonrisa que tanto necesitaba.

El de ayer fue un partido que marcará las carreras de jugadores como Efráin Juárez, pero especialmente tendrá consecuencias en Miguel Sabah, un jugador que había tenido pasos oscuros por Chivas y Cruz Azul y que se hizo famoso por sus desafortunadas declaraciones al decir que le daba miedo jugar con el Estadio Azteca lleno. Ayer se hizo justicia y éste mismo jugador, sí, el mismo que había fallado un penal contra Costa Rica, sacó la cara e hizo vibrar a un país entero. Esa imagen posterior al gol, donde corre hacía el final de la cancha y con gesto incrédulo se tira, es el fiel reflejo de la impotencia que lo invadía y de la que se libró ayer en el suelo sagrado del Estadio Azteca.

Y así nos fue. La selección sumó 3 puntos cruciales en su camino a Sudáfrica, pero sobretodo, un país ganó en confianza y volvió a creer en los suyos.

lunes, 10 de agosto de 2009

No hay fecha que no se cumpla

Cuando se hizo público el calendario del hexagonal final de la CONCACAF, la primera fecha a observar por su importancia fue el partido donde México recibe a Estados Unidos. El día se veía muy lejano: aún no sabíamos de la influenza, 48 niños iban a una guardería en Hermosillo y trágicamente lo dejarían de hacer, un tifón no había tirado ningún edifico en Taiwan o China y Zelaya y su ya famoso sombrero ocupaban la presidencia de Honduras. Así de lejano veíamos el 12 de agosto. SIn embargo, no hay plazo que no se cumpla y el día ansiado llegó.

Será mañana cuando México y Estados Unidos se vuelvan a batir en la impecable alfombra verde del majestuoso Estadio Azteca. Para un verdadero fanático, de esos de hueso colorado, el ritual previo a un partido comienza con semanas de anticipación. El primer paso es decidir quienes serán los privilegiados invitados a compartir las emociones durante los 90 minutos vibrantes que se vienen mañana.
Habiendo decidido esto, se debe actuar con rapidez para poder obtener los sagrados boletos en la zona que uno prefiere, para ello, hay que correr al Auditorio Nacional y formarse un ratín bajo el quemante sol de la capirucha. Es difícil precisar el tiempo de espera, porque mientras está uno formado, va imaginando el escenario perfecto para nuestro equipo y vislumbra al Estadio Azteca entonando el Cielito Lindo al minuto 90 después de una exhibición que sacó a la porra gringa desde el 80.
Ya con los boletos en la mano, no queda de otra mas que hacerle ver a todos esos bobos que perdieron el tiempo y no compraron sus boletos, pensando que los podrían adquirir en las taquillas. Muchachos, aprendan, lo único que hay en las taquillas cuando juega la selección es la caca de los caballos que se paran junto a los torniquetes a echar la flojera.
El siguiente paso es preparar el camino para la cita más importante desde la semifinal de la Copa América contra Argentina. Yo por lo pronto ya llamé a todos mis secuaces y la peregrinación empezará en mi humilde morada ( que ni es morada sino blanca) a las 11 de la mañana. De aquí nos iremos en dos troncomóviles hacia el Periférico y haremos una parada obligatoria en alguna taquería del sur para terminar en las ya famosas Gomichelas o en Las Aztecas.
Los últimos pasos hacía él Templo Mayor del fútbol mundial (aunque se quejen los ingleses y brasileños), los daremos a las 2 de la tarde, para estar instalados en nuestra porción de cemento diez minutos después.
Lo que viene después ya es tradición: te presentas con el cartero pa que el wuey te traiga la primera chela doble, eso si, lo primero que hace es avisarte que al minuto 15 del segundo tiempo se acaba la vendimia. Después, se viene el himno de la FIFA que ya hasta me empieza a gustar y el primer climax se alcanza en el Himno de México. Es un momento difícil de explicar, se necesita vivirlo para sentirlo.
El último ingrediente de la tarde, ya no lo ponemos los aficionados, ese ya le toca a los jugadores y son los goles.
Y de pronto, en un tris, el partido se acabó, las gargantas siguen vivas en las rampas del coloso y la fiesta continúa hasta el siguiente partido.
Ya es tiempo TRI, regrésanos la alegría que nos fue robada.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Novia 2

Hace algunas semanas gasté una entrada escribiendo lo que se me venía a la mente de la que fue mi primera novia. Pues ahora, estando aquí, en medio del calor y de la nada, porque de verdad no hay nada eh, he decidido escribir un poco de cada una de las que han sido mis novias.
Volvemos a la esencia de este blog, el cual no tiene como finalidad atraer lectores ni similares, simplemente es para que el año que entra que lea la bola ( o bolota) de tonterías que escribí, me ría un rato y recuerde con alegría esos momentos . Ya es mucha faramalla y ningún chisme bueno, verdad? Pues ahí les va la historia chiquillos y chiquillas y wannabe chiquillas o chiquillos, osea gays ( que los hay y muchos eh. Casi casi son como las hormigas : por cada ser humano hay un millón!)
Mi segunda novia se llamó y digo se llamó porque sigue viva, pero ya no es mi novia, cómo se llamaba? Jajaja es bromis! Jessica! Jessica Mier Bastón, para ser exactos.
Para hacerle justicia a Jessica, tengo que reconocer que es la novia más bonita que he tenido y por varias millas náuticas. Mientras fuimos novios, yo era la envidia de todos los hombres y por eso me odiaban gran parte de ellos. Pero pues ni modo, qué le vamos a hacer si llegaron tarde a la cola?
Cuando Jessica y yo nos conocimos, aun tenía yo novia. Este hecho no lo vi como ningún inconveniente y preferí cortar con la primera para ver qué pasaría con Jessica. Recuerdo perfectamente el día que cambiamos teléfonos y no me refiero a que le llevé mi inalámbrico Panasonic y ella me dio el suyo. Ese día marcó la relación por completo: seríamos novios por teléfono. Y no sólo nos marcó a los dos, también al pobre Cachuchas y a todos los que vivían en su casa y en la mía porque la línea no podía usarse en ningún momento. Parecía que le habían puesto Kola Loka a los aparatejos y se habían quedado por siempre en nuestras orejas. Hablábamos por teléfono ( sin interrupción alguna) desde que terminaba el Top 10 de MTV a las 4 y hasta las 10 de la noche y si era Martes de Otro Rollo hasta que Adal desaparecía de la pantalla. Bueno, hasta teníamos una estrategia para ir al baño sin tener que colgar y no, no metíamos el teléfono, no soy tan marrano. Cuando queríamos ir a hacer pipí nos poníamos de acuerdo e íbamos al mismo tiempo y después seguíamos hablando.
Y así nos la pasamos durante más de 4 meses. En aquel entonces ella vivía en la calle de Francisco Pimentel y mi mejor amigo a dos cuadras de ella, entonces, íbamos a visitarla y él se encargaba de entretener a Pamela (la hermana de Jessica) mientras ella y yo platicábamos; y no cerdos, ni lo piensen, sólo platicábamos! El problema radicó en que el méndigo Picapiedra, osea Pablo mi amigo, empezó a sentir algo por Jessica y cada día me costaba más trabajo que no lo evidenciara.
Uno de los lazos fortuitos que más nos unía a Jessica y a mi es que los dos habíamos nacido en Monterrey y no sólo eso, también en el mismo hospital y con 3 días de diferencia. Lo que significa que éramos brothers de cunero e increíblemente nos habríamos de encontrar en otra ciudad y 13 años después. Pero igual había un enorme detalle que nos separaba de manera estrepitosa y que hacía constatar que la niña estaba lejos de alcanzar la perfección: le va al América!
Y esa fue la historia con Jessica, el final no lo recuerdo y pa qué inventar? Bueno, muchachas y muchachos ( y engendros del mal), me voy porque la tía Nora ya me gritó para que me baje a comer, lo cual significa: adiós aire acondicionado, hola a la harta calor!

El TRI de mi heart !

Ya era justo y necesario que escribiera del TRI de mi heart que humilló a Estados Unidos en la final de la Copa Oro. Y es que la exhibición mostrada por el equipo de todos hizo que el país volviera a vibrar y se olvidara por un segundo de todos los problemas que lo agobian. Cuánta falta nos hacía una alegría de estas y, aunque se da en un ámbito que no afecta directamente al PIB o hace que disminuya la violencia, el efecto es más que positivo porque un partido de fútbol logra convertirse en una muestra de que los mexicanos podemos ser muy superiores a nuestros vecinos del norte cuando nos lo proponemos.
Sin exagerar, éste ha sido el evento deportivo más importante desde que México le metió tres goles en el Mundial pasado a Irán para inaugurar su participación en ese certamen que a la postre nos dejaría más que ardidos al caer con ese gol de Maximiliano Rodríguez y aquella pierna suya con la que sólo se sube al bus. Pero regresando al juego contra los gringos de la semana pasada, que es lo que nos tiene más radiantes que un tulipán en plena primavera holandesa, ver a los mexicanos irradiar felicidad en el campo de juego hizo que se olvidaran de toda la presión que los medios de comunicación les habían impuesto en las últimas semanas. Este TRI me recuerda a la selección sub 17 que decidió darle un baile a Brasil y convertirse en el mejor equipo del planeta. Y no es coincidencia la semejanza desarrollada entre un equipo y otro: los cuatro jugadores que brillaron con luz propia durante la Copa Oro, juntos suman menos de noventa años, lo que se traduce en un promedio de más o menos 22 años y medio. Ochoa, Juárez, Dos Santos y Vela, demostraron que pronto se convertirán en la base del TRI de mi corazón y eso hay que festejarlo porque si los cálculos no fallan, llegarán al siguiente Mundial ( que sabrá Dios dónde será) con el cartel de estrellas y así se mantendrán al menos por los próximos 3 torneos. De la actual camada sólo Márquez (con lo mal que me cae) y Torrado, han podido mantener el nivel durante 8 años. La generación de oro son ya 4 y más los que se sumen en el inter. A la mente se me vienen Jonathan Dos Santos, el regreso de Villaluz con Meza y el Chicharito Hernández.
Mi TRI es grande, de verdad lo es. Cuando casi nadie da un peso por ellos, reviven de entre las cenizas y demuestran que lo único que le sobra a este país es personalidad, ahora sólo hay que mantenerla a flote y que no sean simples destellos en los momentos críticos. A este equipo hay que exigirle ser el mejor del mundo, lo puede ser, pero depende de todos los que estamos detrás del proyecto. Todos debemos subirnos al barco y apoyar en las buenas y en las malas, que es donde salen a relucir los verdaderos aficionados. Hay que creer en los nuestros, ahí está la clave para crecer y no sólo en el fútbol. Y es que si nosotros no confiamos en nuestro producto, nadie más lo va a hacer.
Por lo pronto, no nos queda más que celebrar que regresamos a nuestra realidad: México seguirá siendo mejor que Estados Unidos, siempre y cuando lo creamos. Disfrutemos los días de espera al 12 de agosto, ese día en que México dará el segundo golpe y se trepará al tren de la victoria hasta el Mundial.
Estamos juntos, vamos México por la Copa del Mundo!!!