viernes, 12 de junio de 2009

No nos fuimos...

Pues no, simplemente no puedo regresar a México. Eso si, al Cachuchas ya lo mandamos de retache pa la gran capital porque ya se estaba poniendo medio impertinente la bestia por ver a su novia.
Pero la nota del día no fue quedarme acá más tiempo, no. A mi no me gusta estar pregonando las cosas buenas que este su (humilde jaja) servidor hace, pero lo de hoy lo contaré para que ustedes, amables y ávidos lectores hagan conciencia y sepan que muchas veces si damos el extra para ayudar al que lo necesita, la satisfacción personal es enorme.
Ya, ya ! Mucho ruido y pocas nueces! La cosa es que mientras esperaba yo el primer vuelo en el que intentaríamos volver a México, escuché a un señor desesperado tratando de explicar en español y con señas que a él y a su esposa los había dejado el avión. En ese momento no le di mucha importancia porque la verdad no era el único en esa situación, pero después todo cambió.
Cuando el vuelo a México de las 7pm se fue (sin mi), Cachuchas y este, su humilde servidor (más risas) caminaron a la otra terminal para intentar en el siguiente vuelo. Pero ahí cuando me acordé de los viejitos y mientras Caps hablaba por teléfono para avisar que namás no nos íbamos, me acerqué a los ñores para ver si podía ayudar. Así estaba la cosa: ellos habían salido de Philadelphia con US Airways y harían conexión en Houston para poder llegar a Oaxaca. El problema es que las lluvias provocaron que perdieran el segundo vuelo y eran las 7 de la noche y el siguiente es hasta mañana (sábado) a las 9 de la mañana. El señor se acercó al mostrador y nadie le entendía y ellos si eran humildes. Me ofrecí para intermediar por ellos para que les dieran hotel gratis y al final lo conseguí pero ellos no quisieron moverse de ahí por miedo a no poder regresar al aeropuerto, aún cuando habría shuttle gratis. Entendía la preocupación del señor pero al ver a su esposa con un tumor enorme que salía de su ropa no podía creer que aun se moviera.
La cosa paró ahí por el momento y los viejitos se resignaron a dormir en la sala del aeropuerto.Mientras tanto, Cachuchas y yo nos fuimos para intentar por última vez en el día treparnos a uno de esos pájaros de acero que surca los cielos del mundo (hasta me inspiré jjaajaja).
Luis Del Río se subió al avión pero yo me tuve que quedar porque sólo hubo un asiento disponible. Avisé a México que ya les mandaba un empaque de 84 kilos y que yo no llegaría hoy. Después fue hora de hablar a estos lares pa que fueran por mi al aeropuerto.
Mientras esperaba, regresé con los señores porque se me hacía injusto ayudarlos a medias. Volví a tomar el tram y recorrí todo el aeropuerto y cuando regresé a la Terminal B, seguían en el mismo lugar en que los había dejado una hora antes. Me volví a acercar y les dije que yo los podía acompañar hasta el hotel en el shuttle del Holiday Inn, la respuesta fu e no. Ellos seguían convencidos de que dormirían ahí para que no hubiese otra vez problemas .
Me di cuenta que lo que les aterraba era salir del aeropuerto y no saber regresar por la mañana, entonces hablamos la manager y yo y concluimos qué Continental les daría comida gratis y la noche de hotel en el Marriot que está ahí mismo, sin tener que salir, así, podrían sentirse seguros.
Les traduje a ellos lo que habríamos de hacer y por fin se convencieron de que la señora necesitaba una cama para descansar. Me aseguré de que los acompañaran hasta su cuarto de hotel y que mañana temprano los acompañen desde el cuarto hasta el avión, sin la ayuda de la manager esto habría sido imposible.
Al final, los señores pudieron dormir como lo merecían y yo hice lo que debía, ni más ni menos. La señora no cabía en agradecimientos hacia mi pero no eran necesarios. Lo hice porque era mi deber, el remordimiento hubiera sido enorme al saber que mientras yo dormía plácidamente en el aire acondicionado en Woodlands, ellos estarían tratando de dormir entre el ruido de las aspiradoras en la madrugada y con la enfermedad de la señora.
El punto es que si está en nuestras manos ayudar, hay que hacerlo. Muchas veces yo he estado en aprietos en otras partes del mundo y ayuda de alguien me hubiera hecho menos difíciles esos momentos.
Esas personas no merecían sufrir más de lo que ya lo estaban haciendo y ayudar era lo menos que podía hacer. Sólo escribí esto para que nos demos cuenta que aun siendo nuestra obligación, el poder ayudar a los necesitados sin esperar nada a cambio… no tiene precio . ( no vayan a pensar que trabajo en Miastescard eh!

1 comentario:

Alyn Vitte dijo...

yo siempre me lo dije ese sucio caracter guarda a un buen mozo hahahahahahaha