martes, 10 de marzo de 2009

Perder el tiempo

Es odioso perder el tiempo y cómo lo hacemos. En este momento estoy en una clase cuyo nombre ni siquiera me sé porque está muy largo, es en inglés y principalmente porque no pongo atención. Así fue como me vino a la mente hacer esta entrada. He desperdiciado mucho tiempo de mi vida haciéndome wuey, empezando por estas tres horas a la semana, en las cuales me arrano a calentar la silla mientras el maestro habla como merolico en celo (la verdad no sé si las merolicas llegan a estar en celo pero suena chistoso).

Una de las grandes ventajas de los maestros barcos es que te dejan sacar la computadora y aquí es cuando pienso que Dios es grande porque si las laptops estuviesen prohibidas, estos momentos serían más aburridos que el Canal del Congreso en plena discusión sobre la aprobación del presupuesto! Es que además el horario no ayuda para nada, es deprimente tener clase de 6 a 9 de la noche, podría estar viendo Ventaneando o The Girls of the Playboy Mansion. Eso sí sería tiempo bien invertido jajaja.

Si me pongo a sacar cuentas, resulta que pierdo cantidades devastadoras de tiempo en tontería y media. Desde que me levanto y pongo la tele en ESPN y está Sportscenter, es el mismo programa que la noche anterior y aun así lo veo! Después vienen las clases: cada una dura 80 minutos, aunque entre si son peras o son manzanas se pierden 5 minutos por la tolerancia, a eso hay que agregarle 5 minutos que tarda el prof callando a todo aquel chango sublevado y otros 5 minutos pasando lista. Tiempo perdido: 15 minutos. si multiplicamos eso por 4 que son las clases que tenemos en promedio al día se convierte en una hora!

Pero hay más. Al principio pensé que entrar tarde a la escuela sería lo mismo que ir a clases a las 7 de la mañana pero nada más alejado de la realidad: el día no rinde porque si entro a las 10, me despierto a las 8 y eso me frustra porque yo acostumbraba despertarme desde las 5. Son 3 horas menos de vida (despierto).

Después de todos estos argumentos (que dan pena ajena) tengo que precisar que los minutos de mi vida que más coraje me da tirar a la basura son aquellos cuando salen los anuncios del IFE en la tele. A mi no me importa si al señor que está sentado en la mesa su esposa le da nopales porque son nuevos pobres. ¿Qué les hizo creer que extrañaba a López Obrador para que lo regresan a la telera y le dediquen más tiempo a él que al fracaso del América o de Sven? No se vale que nos martiricen de esa forma, ni el mismísimo San Juan Diego podría con este calvario!

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