Durante muchos años me estuve haciendo pato para no venir a Tokyo. Habìa algo de estas ciudad que no me convencìa, ni siquiera para visitarla durante el Mundial. Por azares del destino y de las mèndigas lluvias tailandesas, acabè en esta ciudad.
Volè ayer desde Shanghai, no sin antes mojarme las patrullas porque aun llovìa en el tètrico callejòn de Lin Ping Lu. Ya en el aviòn, me aventè una rica pestañita y cuando despertè cual fue mi surprise: ya ìbamos a aterrizar, asì que me dispuse a llevar a cabo mi macabro plan que decidì desde que me encontraba sentado en una de esas incòmodas sillas de Pudong: me llevarìa la cobija del aviòn. Y còmo que no! `Me guardè la cobija en la mochila y todavìa tuve el cinismo de decirle "arigato" a las sobrecargos que sòlo se reìan, sin saber que yo me llevaba una parte de su nave.
Y ahora si me llegò la hora... Muchas veces habìa escuchado hablar de las càpsulas esas donde uno tiene que dormir por la falta de espacio. Pues que me mandan a una. Està imposible moverse ahi adentro! Es una caja de 2 metros por 1 de ancho y un metro de altura. No me puedo subir ni los pantalones ahi adentro ( y sinceramente espero que a las vecinas de càpsula les pase lo mismo pa que se tengan que vestir afuera).
Despuès de unos cuantos golpes en la cabeza en el techo de mi mansiòn, decidì que era momento de explorar estos lares japoneses y mejor no pudo haber sido su presentaciòn. Caminè por Ginza, esa esquina que sale en un anuncio de Nissan, donde un cruce peatonal se ve invadido de gente. Tenìa yo mucha expectativa de esa esquina y como dirìa mi mamà: tanto pedo para cagar aguado. La calle ni se llena, aunque eso si, la zona està muy fashion y Nanjing y Masaryk se quedan cortas. Por un momento me sentì en Oxford Street en Londres. Y es que Tokyo es una mezcla perfecta de Nueva York y Londres y juntas, son las tres ciudades màs importantes del mundo. El que diga que no, pues simplemente se equivoca y es màs ignorante que el mismìsimo Ludovico P.Luche cuando se pone a ver el juego grabado de la repeticiòn del partido del Cruz Azul. Equipo que por cierto, parece que al fin regresarà al campeonato.
Hace rato mientras caminaba por el barrio de Ikebukuro, me topè con una foto de Michael Scofield (quien por cierto se muere en prison break jajaja). Resulta que el ñor vino a Tokyo y se sentò a comer dumplings en un lugarcìn de la calle y ahora es la mejor publicidad del lugar. En esa misma cuadra, entrè a una tienda de electrònicos y me dije: " aver si como roncan duermen estos japonesitos, veamos si muy duchos para esto". Y pues si, tienen unas teles que en otro lugar del mundo aun no existen, eso si, por lo que las venden parace que son diseños exclusivos para Carlos Slim o ya de perdida para Don camerino, el magnate de negocios dueño de media Ciudad Peluche.
En ese mismo edificio recordè mi infancia. En el pasado hubo un anuncio en la tele de fùtbol callejero con jugadores como Henry, Ronaldinho, Zidane y demàs. Primero fue el de Nike y luego el de Adidas y jugaban en jaulas en la parte màs alta de un edificio de Tokyo. Pues fìjense que sì existen esas jaulas y me recordò a mi niñez cuando jugàbamos el torneo de Nike y que tambièn era en jaulas. La ùnica diferencia es que aquì si se llega a romper la red, vuelas la pelota a la boutique de Chanel que està abajo, mientras que en Mèxico, si volabas la pelota rompìas el vidrio de la direcciòn de la escuela secundaria diurna num.5!!!
Pues hasta ahora esto ha sido lo màs interesante de este tripas a la tierra del sol naciente, por què coños se le dice asì? Mañana les contarè còmo me fue en Yokohama y en el fish market, eso si me despierto porque ahi hay que ir a las 5 de la mañana y con el dolor de piernas que metiro pues no està el horno para bollos.
Adiòs cubi-kuates!
sábado, 21 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)


No hay comentarios:
Publicar un comentario