viernes, 19 de junio de 2009
Esquius de car, esquius de car!
Todo esto de los mentados carritos lo escribo porque en la última semana me he pasado 3 días en un aeropuerto tratando de regresar a mi cantón (y no es Hong Kong o Shanghai eh) y namás no puedo porque no hay lugar.
Me he dado cuenta que mientras espero sentadito en un aeropuerto, me vuelvo más stalker que en Facebook y esto se debe al nivel de aburrimiento que uno alcanza. No cabe duda que la observación es un don y hay que explotarlo hasta para entretenerse. Hoy ya son las 11 de la mañana y llevo 4 horas aquí metido y he visto de todo: pasajeros que con tal de obtener dinero ceden sus lugares en vuelos sobrevendidos, otros que se sienten guías de turistas y le dicen a sus compinches todo lo que hay que ver en su destino y casi casi hasta quieren cobrar por sus servicios. Sin embargo, hubo dos personas que me sorprendieron: una ñora que iba con sus 4 hijas, las cuales tenían seis,cuatro,dos y un año y las chamacas ni se inmutaban, hasta se portan mejor que uno que otro adulto que conozco (cuídate Juan que por ahí te andan buscando). La otra una señora ( o mastodonte?) que pesaba fácil 140 kilos, tenía mucha curiosidad de saber si tuvo que pagar 2 asientos en su avión porque en la sala no cabía en uno! Y esto en Estados Unidos es normal verlo pero aun así siempre levantará ese morbo impertinente pero objetivo.
Ya de salida. No se puede dejar de mencionar que ya empezó la Copa Confederaciones, una copa a la que acostumbrábamos ir y que hasta hemos ganado, pero para esta edición un tal Landon Donovan, sí, ese mismo que se hace pipí en las canchas en México, nos dejó fuera. Debutó España ya, aplastando a Nueva Zelanda, esos pobres jugaban peor que el 2 C en la primaria. Fue turno de Brasil y sobre la hora le ganó a unos egipcios que dieron un partidazo. Italia cumplió y le ganó a USA en un partido ríspido y el local Sudáfrica e Irak de Bora empataron a donas. Mi favorito es Brasil. Todo mundo da campeón ya a España, pero esperemos, Brasil trae la suerte del campeón y sólo viene a revalidar su título.Y por lo pronto, seguiré sentado en una de estas sillas azules de wannabe piel mientras pasan los minutos para que salga el avión que me lleve a unas tierras más calientes que estas en donde me encuentro. Lo que significa que por el calor, salgo de Guatemala para entrar a Guatepeor
Sol, arena y mar
El único contacto que he tenido con Galveston es a través del avión: aproximadamente media hora antes de aterrizar, los aviones provenientes de México comienzan a enfilarse a la pista y muchas veces la entrada es por esta isla texana. Pero hasta ahí se limitaban mis conocimientos Galvestianos
Y llegó la hora de conocer Galveston.
Salimos de la casa a las 10 y media de la mañana y antes de tomar el freeway tuvimos que hacer una parada obligatoria ( no, no, esta vez no quería ir al baño). Paramos en la Gual Mar porque dado el pequeñísimo inconveniente de que mi maleta está desde el martes en México, sólo tenía un par de calcetines, de esos Hanes que tienen la marca en el talón y que llegan hasta arriba del tobillo. No procedía ponerme esos calcetines llevando pescadores, esa fue la razón por la que paramos en la tienda del Sr. Walton.
Haciéndole honor al libro que estoy leyendo (Shopaholic), me fue imposible comprar sólo los tines y acabé con unos Skittles en la mano ( bueno, en realidad 3 paquetes) por si me daba hambre en el camino, el cual sería de hora y media aproximadamente. Ya en la carretera, fui el Ipod manager y programé una playlist mientras Katia dormía con los ojos abiertos, deberían ver lo diabólica que se ve, una cosa de locos y la evidencia se puede observar al finalizar esta entrada.
En el camino pasamos por el centro de Houston, vimos de lejos la Galleria y media hora después ya podíamos observar la NASA, lo cual significaba que estábamos a menos de media hora de nuestro destino. Durante el trayecto, en la camioneta apareció Burro, sí, sí, el mismísimo brother de Shrek. La tía Gela no dejaba de preguntar: ya merito llegamos? Ya merito? Ya le estaba dando el mimisqui en el coche, pero lo bueno es que pronto vimos el puente que nos decía que estábamos entrando a la tierra prometida.
Galveston es un lugar raro. Podría describirse como un mini New Orleans por las plantations y el estilo de las casas, las cuales son de 3 o 4 pisos y hasta abajo sólo están sostenidas por pilotes en las esquinas, de esa manera, evitan las inundaciones. Mi primera impresión fue de sorpresa. Esperaba ver un lugar alegre y lleno de vida y fue todo lo contrario: parecía un lugar abandonado, rodeado del mar. Y es que no podemos olvidar que en septiembre pasado el huracán Ike deshizo la ciudad y dejó sin casa a miles de personas. Ese es el primer panorama de Galveston. Por aquí y por allá veía edificios abandonados, lanchas varadas en los parques y hasta un Mcdonald’s destruido y que sólo se podía reconocer por la M que apenas se sostenía, era el esqueleto del letrero de Mcdonald’s.
Poco a poco mi percepción de la isla fue cambiando , aunque aun se respira ese ambiente de desolación y tristeza típico posterior a un desastre natural. Galveston sigue sin recuperarse.
Y llegamos a la playa. Coloqué mis (líndisimas y redondas) nalgas en la arena después de caminar juntando conchas con mi prima Paulina. Cuál fue mi sorpresa al no encontrar ni una piedra que valiera la pena. Mejor nos resignamos y nos tiramos a leer y comer (ya saben que esto último casi no se me da). A media tarde unas gordas se instalaron arbitrariamente enfrente de nosotros y hasta me acercaron la vida en el mar por un segundo: una gorda se arranó y nos tapó toda la vista. Muy intrépida la güereja, osea manejamos hasta Galveston pa que la mamá de Shamú no nos dejara ver el mar?
Total que para no pelear mejor nos pusimos a hacer otras cosas y aproximadamente a las 5 nos enfilamos al coche para regresar a Woodlands, no sin antes otra parada obligatoria, ahora si fue pa que fuera yo al baño. Oigan me estaba haciendo y siempre está el clásico Walgreen’s donde te puedes parar a tirar el miedo.
Habiendo resuelto este gran meollo fisiológico, tomamos carretera al son de la hora de Luis Miguel y poco nos faltó pa cantar esa canción de Plaza Sésamo que dice “Todos vamos en el auto a pasear, el auto perfecto está. Oigan su motor que hace run run run cuando vamos de aquí para allá!” Estuvo suave el trip de vuelta a la casa.
Llegamos directo a comer. Nos empacamos un pollo con mole que estaba deli, junto cuna sopa de fideos y una botella de vino. Fue una de esas cenas tan agradables que se supone va a durar media hora y acaba alargándose toda la noche. Mientras comíamos,platicábamos de los lugares que nos gustaría visitar y salieron ciudades como Dublin, Punta Peniche, Dubai y hasta Noruega pa saber de dónde venimos los Del Río ( sí aunque no lo crean, tendré cara de macehual, pero provenimos de los fiordos noruegos) Eh? Cómo les quedó el ojo?
Acabamos viendo álbumes de fotos de cuando éramos unos rapazuelitos y después viendo un video de cuando Chris y Tania fueron a Korea. Salía en la tele puro taka taka desabrido más amarillo que un lápiz Berol del número 2 HB.
Ahorita ya es la 1 de la mañana, son los primeros minutos del domingo y ya espero ansioso a que amanezca porque haremos carne asada, por segunda vez en la semana, que bonita costumbre eh.
Ahhhh ya hasta se me olvidaba que algún día tengo que regresar a México!
viernes, 12 de junio de 2009
No nos fuimos...
Pero la nota del día no fue quedarme acá más tiempo, no. A mi no me gusta estar pregonando las cosas buenas que este su (humilde jaja) servidor hace, pero lo de hoy lo contaré para que ustedes, amables y ávidos lectores hagan conciencia y sepan que muchas veces si damos el extra para ayudar al que lo necesita, la satisfacción personal es enorme.
Ya, ya ! Mucho ruido y pocas nueces! La cosa es que mientras esperaba yo el primer vuelo en el que intentaríamos volver a México, escuché a un señor desesperado tratando de explicar en español y con señas que a él y a su esposa los había dejado el avión. En ese momento no le di mucha importancia porque la verdad no era el único en esa situación, pero después todo cambió.
Cuando el vuelo a México de las 7pm se fue (sin mi), Cachuchas y este, su humilde servidor (más risas) caminaron a la otra terminal para intentar en el siguiente vuelo. Pero ahí cuando me acordé de los viejitos y mientras Caps hablaba por teléfono para avisar que namás no nos íbamos, me acerqué a los ñores para ver si podía ayudar. Así estaba la cosa: ellos habían salido de Philadelphia con US Airways y harían conexión en Houston para poder llegar a Oaxaca. El problema es que las lluvias provocaron que perdieran el segundo vuelo y eran las 7 de la noche y el siguiente es hasta mañana (sábado) a las 9 de la mañana. El señor se acercó al mostrador y nadie le entendía y ellos si eran humildes. Me ofrecí para intermediar por ellos para que les dieran hotel gratis y al final lo conseguí pero ellos no quisieron moverse de ahí por miedo a no poder regresar al aeropuerto, aún cuando habría shuttle gratis. Entendía la preocupación del señor pero al ver a su esposa con un tumor enorme que salía de su ropa no podía creer que aun se moviera.
La cosa paró ahí por el momento y los viejitos se resignaron a dormir en la sala del aeropuerto.Mientras tanto, Cachuchas y yo nos fuimos para intentar por última vez en el día treparnos a uno de esos pájaros de acero que surca los cielos del mundo (hasta me inspiré jjaajaja).
Luis Del Río se subió al avión pero yo me tuve que quedar porque sólo hubo un asiento disponible. Avisé a México que ya les mandaba un empaque de 84 kilos y que yo no llegaría hoy. Después fue hora de hablar a estos lares pa que fueran por mi al aeropuerto.
Mientras esperaba, regresé con los señores porque se me hacía injusto ayudarlos a medias. Volví a tomar el tram y recorrí todo el aeropuerto y cuando regresé a la Terminal B, seguían en el mismo lugar en que los había dejado una hora antes. Me volví a acercar y les dije que yo los podía acompañar hasta el hotel en el shuttle del Holiday Inn, la respuesta fu e no. Ellos seguían convencidos de que dormirían ahí para que no hubiese otra vez problemas .
Me di cuenta que lo que les aterraba era salir del aeropuerto y no saber regresar por la mañana, entonces hablamos la manager y yo y concluimos qué Continental les daría comida gratis y la noche de hotel en el Marriot que está ahí mismo, sin tener que salir, así, podrían sentirse seguros.
Les traduje a ellos lo que habríamos de hacer y por fin se convencieron de que la señora necesitaba una cama para descansar. Me aseguré de que los acompañaran hasta su cuarto de hotel y que mañana temprano los acompañen desde el cuarto hasta el avión, sin la ayuda de la manager esto habría sido imposible.
Al final, los señores pudieron dormir como lo merecían y yo hice lo que debía, ni más ni menos. La señora no cabía en agradecimientos hacia mi pero no eran necesarios. Lo hice porque era mi deber, el remordimiento hubiera sido enorme al saber que mientras yo dormía plácidamente en el aire acondicionado en Woodlands, ellos estarían tratando de dormir entre el ruido de las aspiradoras en la madrugada y con la enfermedad de la señora.
El punto es que si está en nuestras manos ayudar, hay que hacerlo. Muchas veces yo he estado en aprietos en otras partes del mundo y ayuda de alguien me hubiera hecho menos difíciles esos momentos.
Esas personas no merecían sufrir más de lo que ya lo estaban haciendo y ayudar era lo menos que podía hacer. Sólo escribí esto para que nos demos cuenta que aun siendo nuestra obligación, el poder ayudar a los necesitados sin esperar nada a cambio… no tiene precio . ( no vayan a pensar que trabajo en Miastescard eh!
Te vas porque yo quiero que te vayas... o no te vas?
Como dice la canción de OV7: no me voy….. Y es que llevo varios días tratando de regresar a México y simplemente no puedo porque los vuelos están llenos. El otro día estuvimos el world famous Caps y yo en el aeropuerto todo el bendito día y si se fueron… pero las maletas! Para no hacer el cuento largo, llevamos cuarenta y ocho horas sin nuestras maletas y el Cachuchas ya huele medio feíto, bueno, eso no es cierto. La realidad es que ya fue a la Gual Mar a comprar un desodorante porque el Dove que nos dieron en el kit de emergencia de Continental dice que huele a nenorra.
Estos 10 días que ya llevo en tierras gringas han sido muy divertidos, ha pasado de todo. Perdió el Tri de mi heart, algunos se han puesto “flatos” ( es que al tío Luis no le gusta la palabra pedo) y hasta fuimos dueños de un perro por 3 días, ese condenado Shiloh que olía más feo que mi prima Paulina después de jugar basketball.
Acá ya nos sentimos como en casa, hasta voy a YMCA y ojo, que no dije que hacer ejercicio eh, porque el otro día me fui caminando cuando había 36 grados e hice 45 minutos y cuando llegué ahí lo único que hice fue sentarme a leer y esperar a que me recogieran, pero conste que fui a la Y. Mientras tanto, hoy decidí que en lugar de caminar a la derecha, caminaría a la izquierda y llegué a la Gual Mar. Me moría de antojo de pan tomac, pero no había en el refri tomate y le juré a San Cuauhtémoc Blanco que no compraría nada más, pero quién aguanta la tentación en una de esas tiendas? El caso es que salí con dos paquetes de donas ( juro por mi Pon Pón que no eran para mi), unas pilas (tampoco eran para mi), los mentados tomates, una vitamin water y un paquete de beef jerky (ese si fue para mi)! Al final me di cuenta que la caminada no había servido pa nada por todas las calorías que me empaqué y para colmo aun tengo un pedazo de carne atorado en los dientes!
Hoy fuimos a ver Una Noche en el Museo 2 y esa película sólo me dejó una conclusión para eventos futuros: el mejor lugar para aventarse un sueñito es en el cine. Las aventuras de Ben Stiller me acurrucaron de una forma increíble y si ronqué o “babié” a alguien pues ya se amolaron. Sin embargo, el evento del día lo protagonizó mi prima Katia al caerse en la sala del cine con todas las palomitas! La tía Gela estaba echando tiros por no poder disfrutar de sus rosetas de maíz y Cachuchas y su tropa “Gufi” no paraban de reír.
Por cierto, Pon Pón ya apareció, no estaba perdido pero según mis informantes estaba en México durmiendo cómodamente en los aposentos de mi progenitor, pero na nai ! Mi pobre hijo estuvo una semana entera en una maleta apestosa entre los calcetines marranos del Cachuchas, no se vale, si no es kermesse. Al final , el menor de la dinastía Del Río Quiróz tuvo que confesar su pecado y mi primogénito ya descansa en la cama que me fue asignada y que arbitrariamente le quité a Katia.
Por lo pronto, me voy a ver Sportscenter , ese si no me lo pierdo, aun cuando la mitad del programa es del mariquetas de Cristiano Ronaldo, como diría la Tata: un subido de última hora. Así son los new rich.
Adios amiguis !
martes, 2 de junio de 2009
Con los nervios de punta!
Fueron seis días completos los que estuve en aquella ciudad del sureste francés, la cual sería algo así como la versión francesa de Ixtapan de la Sal por sus aguas termales, eso sí, parece el pueblo de la Senectud y conozco a más de uno que ahí se sentiría como pez en el agua. El encanto de esta zona franchute radica en sus paisajes verdes y la mezcla de los Pirineos con ese olor del mar de Biarritz y una que otra topless (que no pase de treinta años eh).
El domingo fue momento de regresar y literal casi se me va el tren: no dormimos y apenas alcancé a meter las últimas cosas a mi maleta. Justo alcancé a ver el TGV cuando cruzaba el puente y ya me estaban temblando las patitas al mejor estilo de Hugo Sánchez fallando el penal decisivo contra Alemania en el mundial del 86. Por suerte, me alcancé a trepar y coloqué mis lindas asentaderas en el asiento que está entre los baños. Yo ya me sentía el ganador de los 100 metros planos pero no no, no tan rápido: cuando pasaron pidiendo los boletos para verificar que no te subas sin pagar, me di cuenta que había tirado el mío mientras corría!!! Llegó la polizei y ya esperaba yo mi deportación, pero me les puse bravo y les dije que podían hablar a la oficina donde lo compré y verificar que ahí estaba el voucher de la tarjeta. Me salvé cual vil equipo que se juega el descenso en la última jornada, algo así como los Tecos.
Y llegamos a París. Después de hacer el check-in, salí a caminar sin cesar y con el paso de las horas sentía que mi ampolla viajera saldría a flote por enésima vez y no me equivoqué. Hace rato que me quité los tennis pude ver las consecuencias de recorrer París a patín. Entrada la noche llegó Katia, una prima que se cree muy guapa y usa palabras como “boni”, “guapi” y “deli”, tan fresa que con sólo ella se podrían hacer como tres litros de licuado.
Y ahora sí, la hora de la verdad. Cuando llegamos al aeropuerto nos dimos cuenta que uno de nuestros boletos estaba mal hecho y acabamos perdiendo el vuelo. Mientras tanto, ahí mismo, en ese lugar en el que estábamos, el vuelo de Air France procedente de Río de Janeiro no llegaba y en la pantalla aún decía on time, pero su delay se prolongaría por siempre.
El vuelo a Newark fue tranquilo, muy tranquilo de hecho y lo pasé en pleno chisme con uno de los productores de Terminator, quien había ido a París a la premiere de su película. Mientras tanto, la pobre Katia dormía hecha bolita en el asiento 9B y babeaba a su vecina (eso cuando sus ronquidos no despertaban al señor del 20C).
Turno del shock. Mientras esperábamos el vuelo a Houston, estaba yo muy tranquilo viendo la tele y digiriendo mi hamburguesa de bbq y chipotle de Mcdonald’s, cuando de repente, CNN anunciaba que el avión que había visto horas antes on time en París, simplemente no iba a llegar nunca. La aeronave desapareció en las aguas del Atlántico. Al mismo tiempo, la ñora de Continental anunciaba el retraso de nuestro vuelo porque la turbina del avión tenía fallas!!! Yo sentía que me volvía loco y no quería treparme a ese animal por nada del mundo y menos con la noticia que recién llegaba.
Katia me tuvo que subir casi arrastrando y lo primero que hice fue tomarme un Unisom por aquello de las malditas dudas. Yo sólo esperaba el momento en que la turbina se prendiera y dijera yo : adiós mundo cruel!
Pero no pasó y aquí sigo vivito y coleando, así que ni se emocionen.

